EL PAÍS SIN NOMBRE

por jmrsorroche27 mayo, 2002

Escena casi vacía. Una pizarra transportable. Aparecen una pareja de científicos.
CIENTÍFICO: Aquel país no se encuentra en ningún mapa.
CIENTÍFICA: Ni siquiera está en los libros.
CIENTÍFICO: Ni en las esferas del mundo que hay en las escuelas.
CIENTÍFICA: Porque aquel pais es…
CIENTÍFICO: “ El país…


CIENTÍFICA: … sin nombre”.
CIENTÍFICO: “ El país sin nombre era un lugar alegre.
CIENTÍFICA: Sí, muy alegre hasta aquel día terrible.
CIENTÍFICO: ¡Aquel día tan trágico!
CIENTÍFICA: ¡Aquel día tan triste!
CIENTÍFICO: ¡Aquel día …!
Salen a la escena la gente del pueblo saltando y jugando, pantomima de lo narrado
CIENTÍFICO: Como veis, antes de aquel día todo era normal.
CIENTÍFICA: Los niños jugaban en los parques…
CIENTÍFICO: Y a las personas mayores sólo les preocupaba si iba a llover o no…
CIENTÍFICA: Si aquel domingo habría baile en la Plaza Mayor…
Se improvisa una breve danza o baile por sevillanas. Después salen todos salvo…
CIENTÍFICO: … o si habría concierto de ópera aquel jueves…
CIENTÍFICA: … como todos los jueves del año.
CIENTÍFICO: Y, claro, llegó lo que tenía que pasar.
CIENTÍFICA: Lo peor.
CIENTÍFICO: Lo más insospechado.
CIENTÍFICA: ¿ Os lo imagináis?
CIENTÍFICO: ¿No?
CIENTÍFICA: ¿Se lo contamos? ( A su compañero)
CIENTÍFICO: ¡ Para eso estamos aquí! ¿No?
CIENTÍFICA: Pues entonces, os lo vamos a contar.
CIENTÍFICO: Hacía algún tiempo, habían instalado una fábrica de orejas ortopédicas cerca de la ciudad.
CIENTÍFICA: Era una fábrica bastante especial.
CIENTÍFICO: Una fábrica moderna.
CIENTÍFICA: Las orejas ortopédicas se exportaban a todos los lugares del planeta.
CIENTÍFICO: Y para su fabricación usaban un nuevo y original producto.
CIENTÍFICA: ¡ El “ ortopedicteno”!
CIENTÍFICO: Todo marchaba bien hasta que…
CIENTÍFICA: … hasta que un día alguien olvidó cerrar la válvula y…
CIENTÍFICO: ¡¡ Plum !!
CIENTÍFICA: Se produjo un tremendo escape de gas.
CIENTÍFICO: Y estas fueron algunas de sus consecuencias.
Salen a la escena MUJER y su hijo, NIÑO-1. Los dos lloran desconsoladamente, cubriéndose con pañuelos ojos y boca. A continuación sale una pareja de novios cogidos de la mano. Se miran a los ojos y también lloran.
NOVIO: Yo te quiero mucho, Paquita.
NOVIA: Y yo a ti, Enriquito.
NOVIO: Y nunca, aunque haya ocurrido esto, te dejaré, Carmencita.
NOVIA: Ni yo a ti, Juanito, ni yo a ti.
Sin dejar de mirarse abandonan la escena, siempre mirándose, siempre tiernos.
CIENTÍFICA: ¿Qué os parece?
CIENTÍFICO: No creáis que la explosión de gas produjo desgracias personales.
CIENTÍFICA: La cosa fue todavía peor.
CIENTÍFICO: Sí, porque el “ortopedicteno” no era mortal.
CIENTÍFICA: Pero tenía otros efectos hasta ahora desconocidos. Veréis.
El científico se acerca a la pizarra y escribe complicados signos matemáticos.
CIENTÍFICO: Todo está aquí claramente explicado.
CIENTÍFICA: ¡ Pues, explica, guapo, explica!
CIENTÍFICO: Es lo que trato de hacer.
CIENTÍFICA: ¡ Adelante!
CIENTÍFICO: ¡Ejem! Las neuronas del cerebro, al reaccionar positivamente con las partículas radiactivas del “ ortopedicteno” , hace que el RH-4 del humus acumulado en la corteza del cerebro produce una …
CIENTÍFICA : (Cortándole) ¡ Tío, que aquí no hay quién se entere!
CIENTÍFICO: ¡Perdona, chica! Trataré de explicarlo de otra forma.
CIENTÍFICA: Será mejor, no sea que nos echen del teatro.
CIENTÍFICO: Veamos… ¡ah, sí! Lo que ocurre, es que el gas, al respirarse, hace borrar lentamente todas las cosas que se encuentran en la mente de las personas…
CIENTÍFICA: Y, ¿entonces?
CIENTÍFICO: Entonces surge el OLVIDO.
CIENTÍFICA: ¡No!
CIENTÍFICO: ¡Sí!
CIENTÍFICA: Eso es terrible.
CIENTÍFICO: ¿Comprendéis porqué los novios confundían sus nombres?
CIENTÍFICA: ¿Entendéis lo grave que es no acordarse de nada?
CIENTÍFICO: ¡ Sí que estaban tristes los habitantes del país!
CIENTÍFICA: ¡Andaban tan desmemoriados los pobres!
CIENTÍFICO; Sólo hay que observar una clase como esta:
Sale una MAESTRA con los NIÑOS y NIÑAS. Cada uno lleva una silla y se colocan en semicírculo frente a la pizarra.
MAESTRA: Bien, queridos niños. Hoy quiero hablaros de la gallina. ( Al tratar de escribir “gallina”, escribe “gaina” ) La gallina es … un mamífero que vive…
NIÑA-1: ¿Dónde, seño?
MAESTRA: ¡Ay, Dios mío…! ¿En dónde vive? ¡ Ah, sí!… que vive, como todos los mamíferos de este país…en las casa de las personas que quieren tenerlas.
NIÑA-2: ¿Y cómo viven?
MAESTRA: ¿Qué cómo viven? Pues no, no viven mal, no; vamos, eso creo yo.
NIÑO-1: ¿Cómo podemos conocer una gallina, maestra?
MAESTRA: ¡Ah! Es fácil. Las gallinas van cubiertas de escamas, su color es…
NIÑO-2: ¿Cómo es su color?
MAESTRA: Su color es… variable, y su estatura…; bueno, ellas son más bien bajas.
NIÑA-3: ¿Y nada más?
MAESTRA: Bueno. La verdad es que ahora no recuerdo si son nadadoras o voladoras, pero eso no tiene importancia.
NIÑA-4: ¿Y cómo se reproducen?
MAESTRA: ¡Pero señorita , esas preguntas! Todavía sois demasiado jóvenes para saberlo.
NIÑA-5: Pero, maestra … ella sólo preguntaba … ¿Qué preguntaba?
MAESTRA: Nada. ¡No quiero saber nada!.
NIÑA-3: Si ella tan sólo…
MAESTRA: Vamos a dejar el tema de las gallinas. El mundo está revuelto y se está perdiendo hasta la vergüenza.
NIÑO-3: ¿Qué hacemos ahora?
MAESTRA: Pues, ahora… ¡Matemáticas!
NIÑO-4: Me encantan, pues luego las aplico cuando duermo.
MAESTRA: Hoy estudiaremos los números… los números… ¡ah, ya!, los números “fracturados”.
Escribe varias fracciones en el encerado y los niños las miran en silencio.
CIENTÍFICO: Como veréis, así no se podía aprender mucho que digamos.
CIENTÍFICA: Si la maestra era la más afectada, nada podía enseñar a los niños y a las niñas.
MAESTRA: Y ahora, chicos, la tabla.
NIÑAS Y NIÑOS: 2X0=30; 2X1=12; 7X3=0…
CIENTÍFICA: ¿Lo veis?
CIENTÍFICO: Pero en la calle la cosa estaba aún peor.
CIENTÍFICA: El electricista utiliza brochas para su trabajo.
Se escenifica la acción.
CIENTÍFICO: El policía olvidaba siempre la pistola y en su lugar cogía cualquier cosa.
Sale vestido de policía, pero con una raqueta de tenis.
CIENTÍFICA: Los padres perdían a sus hijos o los confundían con otros.
CIENTÍFICO: El alcalde nunca encontraba el Ayuntamiento.
CIENTÍFICA: Esto no podía seguir así. Tenían que hallar una solución.
CIENTÍFICO: Así que el alcalde…
CIENTÍFICA:… que un día halló por casualidad el Ayuntamiento…
CIENTÍFICO: …decidió hacer una reunión para resolver el problema.
CIENTÍFICA: Todos los habitantes fueron convocados.
CIENTÍFICO: Para que todo el mundo pudiera llegar, se hicieron señales especiales.
Todos sacarán unos carteles convocando a la reunión. TODOS: ¡Reunión, Reunión…!
CIENTÍFICA: Y una vez allí decidieron que …
CIENTÍFICO: Mejor es que lo vean. ¿No crees?
CIENTÍFICA: De acuerdo.
Todos los personajes entran llevando sillas, el policía llevará el sillón del alcalde. Todos se situarán a la derecha e izquierda del alcalde, que ocupará el centro. Cuando el alcalde levanta la vara de mando comienza la reunión.
ALCALDE: ¡Ejem, ejem! Nos hemos reunido hoy para…
El agente se acerca y le habla al oído. El alcalde parece que lo entiende, pero vuelve a llamar al agente, que le habla al oído otra vez
ALCALDE: …Bien, sí; ¡ejem!, para poner solución al problema que nos preocupa a todos: El problema… el problema… ¿qué problema?
El policía interviene de nuevo.
ALCALDE: ¡Eso! El problema del olvido.
POLICÍA: ¡Bravo, señor alcalde!
ALCALDE: ¡Gracias! Deseo que todo aquel que quiera… que quiera… que quiera opinar, dé su opinión.
Todos aplauden.
MAESTRA: Verá usted, Yo, como maestra de este país, pido, no por mí, sino por mis alumnas y alumnos, SO-LU-CIO-NES.
ALCALDE: ¿Soluciones?
MAESTRA: ¡Sí! No podemos consentir que no se anuncie a todas horas por la radio y la televisión dónde está la escuela.
ALCALDE: Es que…
MAESTRA: Unos niños se van al río, otros se suben a los árboles para estudiar matemáticas, otros se confunden y se meten en el sótano de sus casa en vez de ir a los servicios del colegio…
ALCALDE: Vaya…
MAESTRA: Y hablando de servicios, ayer, sin ir más lejos, un niño se hizo pis en el despacho del director. ¿Dónde iremos a parar?
ALCALDE: ¡Ejem! Verá, señora. La verdad es que me gustaría poder complacerla.
POLICÍA: A todos nos gustaría. Continúe, señor alcalde.
ALCALDE: Como ya sabe, la radio y la televisión han tenido, por orden mía, que suprimir las telenovelas, para cambiarlas por esos otros programas… ¿Cómo se llaman?
El policía, como siempre, le habla al oído.
ALCALDE: ¡Eso es¡ ¡CULTURALES!
MAESTRA: ¿Culturales? ¿Cómo cuáles?
ALCALDE: Sí, Por ejemplo, ahora ponen ese tan bueno que se titula “Triunfo, la gran operación: el que encuentre el Ayuntamiento será el ganador”
MUJER: Pido la palabra. Quiero hablar.
ALCALDE: ¡Hable, hable!
MUJER: Yo soy madre de familia numerosa y creo que esos programas no bastan.
ALCALDE: ¿Por qué?
POLICÍA: Eso, eso… ¿Por qué?
MUJER: Pues porque hacen falta más avisos. Siempre llego tarde a mi casa. ¡Tardo tanto en dar con ella!
NIÑO-4: A mí me pasa lo mismo.
HOMBRE-2: Y a mí. Por cierto, ¿alguien sabe cuál es mi profesión?
MUJER: Claro… Usted es el cartero.
HOMBRE-2: ¡Eso es! ¡Soy el cartero ¡ Pero, entonces, ¿qué es lo que he hecho con las cartas?
ELECTRICISTA: Las he recogido junto a mi caja de herramientas. Otra vez tenga cuidado, pues puedo creer que son mías y en lugar de reparar la instalación eléctrica dedicarme a leer.
MUJER: ¡Pero yo pedí antes la palabra! ¡Déjenme hablar!
ALCALDE: Silencio; la señora tiene razón. Escuchémosla.
POLICÍA: Ya han oído al señor alcalde. ¡Silencio!
MUJER: Mi marido y yo almorzamos a las siete de la tarde. A veces él pierde la bolsa de la comida, y otras la pierdo yo, y ninguno de los dos recordamos cómo se hacen los huevos fritos, si batidos o al vapor.
NOVIA: A mí me ocurre igual…
HOMBRE-1. Y a mí …, solamente que al final no sé si tengo que echarle a los huevos, sal, azúcar o rodajas de limón.
ALCALDE: ¡Señor, aguarde su turno!
POLICÍA: Obedezca. Ya le explicarán más tarde cómo se fríen los huevos.
MUJER: Repito: sólo pido soluciones.
ALCALDE: ¡Soluciones, soluciones! ¿Pero cómo encontrarlas?
ELECTRICISTA: Podemos poner planos de la ciudad en el tendido eléctrico de todas las calles.
NOVIO: Eso está bien, porque entonces podría llegar a casa de mi querida Julieta.
NOVIA: ¡Oh, querido! ¡Siempre pensando en mí!
NOVIO: Pero, ¿Quién me asegura a mí que ella es mi novia?
NIÑO-1: ¿Y quién me dice cuál es mi madre?
MUJER: ¿Y quién es mi hijito!
ELECTRICISTA: ¿Y dónde está mi caja de herramientas?
NIÑO-2: ¿Y adónde se va mi perrito de seis a siete?
NIÑA-1: ¿Y quién se cree ahora que yo soy una niña?
POLICÍA: ¿Y cómo sé yo quién es el bueno y quién es el malo?
ALCALDE: ¡Bueno, bien! No estamos aquí para quejarnos.
MUJER: ¿Por qué no se toman en cuenta las opiniones?
NIÑA-2: Yo propongo que todos vayan a la escuela, desde los pequeños hasta los viejecitos.
NOVIO: Y yo propongo que no haya una sola escuela, sino una escuela en cada calle… para que así la encontremos fácilmente.
ALCALDE: Pero, ¿dónde encontraremos a los maestros? ¿quiénes se ofrecen a enseñar?
Nadie dice nada. Aminora la luz.
CIENTÍFICO: Todos estaban afectados por el mal del olvido.
CIENTÍFICA: Ni siquiera la maestra lo podía hacer.
CIENTÍFICO: Entonces ocurrió que…
CIENTÍFICA: Espera, hombre; deja que todos lo vean.
CIENTÍFICO: ¡Vale! Aumenta la luz.
NOVIA: Yo, en fin, verá, señor alcalde… Antes de ser novia de Pedro, coleccionaba esos cromos que salen en los pastelitos. Aquí tengo uno.
POLICÍA: ¿Huy, a ver si lo tengo!
ALCALDE: ¿Y eso de los cromos qué tiene que ver con este problema?
NOVIA: Sí, espere.
NOVIO: Escuche a Piluca, por favor… ¡Es tan lista!
NOVIA: Como ve, es la foto de aquel que fuera mi ídolo durante mucho tiempo.
ALCALDE: (Poniéndose las gafas.) Veamos.
NOVIA: Lleva su nombre escrito debajo. ¡Lea, lea!
ALCALDE: Antonio… Banderillas. Sí, ¿y qué?
NOVIA: Pues lo que yo quiero proponer es que a todas las cosas que existen, les pongamos un cartelito con su nombre.
ALCALDE: ¿Con qué intención?
NOVIA: Muy sencillo: porque así, al leerlos, nunca nos podremos olvidar de ellas y así el problema habrá acabado.
El novio se levanta y le besa la frente muy contento.
NOVIO: Querida Clotilde, ¡Qué lista eres!
NOVIA: ¿De verdad, Francisco?
Los demás aplauden.
ALCALDE: ¡Bueno, bueno! Oídas las propuestas, llego a la conclusión de que la idea de la escuela para todos, aunque sea buena, no se puede hacer por ahora.
POLICÍA: ¿Y sobre los carteles, señor alcalde?
ALCALDE: ¡Ah, sí…! En cuanto a los carteles, se aprueba por unanimidad.
Todos aplauden otra vez y salen.
CIENTÍFICA: ¡No, no era mala la idea!
CIENTÍFICO: Claro, las madres no tendrían problemas para encontrar a sus hijos.
CIENTÍFICA: El novio reconocería a la novia.
CIENTÍFICO: El ladrón no confundiría al policía, ni el policía al ladrón.
CIENTÍFICA: Así es que los vecinos del país empezaron a colocar carteles a las cosas.
CIENTÍFICO: Le pusieron un cartel a la vaca y al cerdo.
CIENTÍFICA:Y en la torre de la iglesia, en un cartel muy grande, se podía leer:“ Torre”
CIENTÍFICO: Fue muy difícil ponerles carteles a las moscas…
CIENTÍFICA: … y a las hormigas y a las avispas.
CIENTÍFICO: Pero lo consiguieron.
CIENTÍFICA: ¡Palabra de honor!
CIENTÍFICO: La cosa funcionó bien durante un tiempo.
CIENTÍFICA: Pero todo comenzó a fallar cuando la gente comenzó a olvidarse de poner carteles.
CIENTÍFICO: Otra vez llegaron los líos.
CIENTÍFICA: El pueblo se quedó triste de nuevo.
CIENTÍFICO: Y todo siguió así durante algún tiempo más.
CIENTÍFICA: Menos mal que la doctora del país se dio cuenta que no perderían la memoria del todo.
CIENTÍFICO: Veréis por qué.
Toma de nuevo la tiza y escribe otra vez complicadas fórmulas matemáticas.
CIENTÍFICA: ¿Otra vez con tus garabatos?
CIENTÍFICO: También esto el fácil de demostrar.
CIENTÍFICA: Pues explícalo, listo.
CIENTÍFICO: Aunque las neuronas y dendritas del cerebro queden dañadas por la reacción habida durante…
La científica se coloca delante del científico, con los brazos en jarra, moviendo de un lado a otro la cabeza. El científico se da cuenta de que se ha colado otra vez.
CIENTÍFICA: ¡Más sencillo, chaval, que esto es un teatro!
CIENTÍFICO: Bueno, resumiré. Lo cierto era que el olvido, al llegar a un límite, no avanzaba más.
CIENTÍFICA: Pero, antes de eso, el pueblo se había olvidado de las cosas más necesarias.
CIENTÍFICO: Sí. Casi no sabían ni leer, ni siquiera sabían la tabla de multiplicar.
CIENTÍFICA: Ni las señales de tráfico, ni bailar sevillanas.
CIENTÍFICO: Ni escribir poemas.
CIENTÍFICA: Escuchad qué poesía más horrorosa:
Sale el NIÑO-3 y después de prepararse un buen rato lee a destiempo y casi cantando.
NIÑO-3: “ A un niño, un día por aplicado
su mamá le regaló un resfriado”.
Los científicos se tapan los oídos. Cuando el niño se retira vuelven a la narración.
CIENTÍFICO: Todos estaban tristes.
CIENTÍFICA: Hasta que un día…
Transición musical, Un grupo de niños se muestran tristes sobre el escenario. No juegan, ni hablan entre ellos. Es entonces cuando aparece un PASTOR, con una gran cesta, intentando vender sus quesos. Pronto , los chicos le rodean.
PASTOR: ¡¡Queso, al rico queso de cabra!!
NIÑA-3: ¿Queso? ¿Qué es queso?
PASTOR: “Pos” queso, niña. ¿Es que tú nunca has “comío” queso?
NIÑA-3: ¿El queso se come?
PASTOR: Pero “ güeno” . ¿Ya empieza el personal de la capital a meterse con uno?
NIÑA-4: ¿Nosotros? Nosotros no nos hemos metido con nadie.
PASTOR: ¿Es que no va a poder Demetrio venir “ca” cinco años a la ciudad?
NIÑO-4: ¿Quién es usted?
PASTOR: ¿Qué quién soy yo? El Demetrio.
NIÑO-4: ¿Demetrio?
PASTOR: Sí, el pastor de cabras. El que hace los quesos más ricos, el andarín de montañas y valles…
NIÑA-1: ¿ Demetrio?
PASTOR: Sí señora, el Demetrio.
(Viendo que todos le observan con extrañeza.)
PASTOR: ¿ Es que “naide” me ha visto “enantes” por aquí? Yo ya he “venío” varias veces a vender quesos como este. Los mejores, sí señor.
Viene más gente. También llega el policía.
POLICÍA: ¿Qué es lo que ocurre?
HOMBRE-1: Verá, este hombre seguramente es la única persona que ha entrado al país después del escape de gas.
HOMBRE-2: Es verdad. Ninguna persona ha entrado a fin de evitar el contagio.
POLICÍA: ¿Es eso verdad?
PASTOR: Yo, yo, pero oiga…, ¡yo soy Demetrio, el pastor! ¿Qué mal he hecho?
POLICÍA: Ninguno, pero venga, hablemos con el alcalde.
Se quedan solos los científicos en la escena. Aminora la luz.
CIENTÍFICA: Nadie comprendía bien para qué podía servir el pastor al país.
CIENTÍFICO: Pero él era el único que no tenía el mal del olvido.
CIENTÍFICA: ¿Y sabéis lo qué ocurrió?
CIENTÍFICO: Pues que el alcalde decidió que el recién llegado enseñara todo lo que sabía a toda la gente del país.
CIENTÍFICA: Porque todos podían aprender de nuevo.
Aumenta la luz. Entran todos. El pastor, en medio, les enseña cosas y todos repiten.
PASTOR: Mirad y aprended: “que-so”.
TODOS: “Que-so”
PASTOR: “Mu” bien “bonicos” . Ahora esta palabreja: “bo-i-na”.
TODOS: “Bo-i-na”
PASTOR: “Ca-sa”.
TODOS: “Casa”.
PASTOR: “Ca-bra”.
TODOS: “Cabra”.
PASTOR: “O-ve-ja”.
TODOS: “Oveja”.
PASTOR: Esto es más difícil: (Levantando su cayado) “¡Cacho palo!”
TODOS: “¡Cacho palo!” ¡Bieeen!
Quedan frente al público simulando repetir palabra tras palabra, aunque ya la luz es más tenue y no se les oye. La acción estará de nuevo en los dos científicos y la luz les hará destacar en el escenario. Aminora la luz.
CIENTÍFICA: Ya lo veis.
CIENTÍFICO: La cosa empezó a mejorar.
CIENTÍFICA: Y mejoró mucho.
CIENTÍFICO: Tanto que ya hoy todos habrán olvidado el suceso.
CIENTÍFICA: No sabemos si serán muy cultos en aquel país.
CIENTÍFICO: Nos referimos a los conocimientos de matemáticas, lengua, historia, naturales… y todo eso.
Uno de los niños trae un gran bocadillo de queso o un bocadillo para cada niño.
CIENTÍFICA: Pero lo que sí sabemos bien…
CIENTÍFICO: …es que este queso…
CIENTÍFICA: ¡Uhmmh! ¡Riquísimo!
CIENTÍFICO Y CIENTÍFICA: ¡Palabra de honor! Se enciende de nuevo la luz en todo el escenario. Aumenta la luz.
TODOS: Gritando a los espectadores convencidos y felices. Eso es…”¡PALABRA DE HONOR!”
Estas palabras pueden ir acompañada de una música festiva que sube en intensidad de manera progresiva y el elenco realiza las tres cabezadas de rigor.

En Lora del Río a 27 de mayo de 2.002.

 




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