Autor: José Cañas Torregrosa.
Editorial: Everest.
Colección: Montaña Encantada.
Adaptación: José María Rodríguez Sorroche.
Campo de trigo, árboles, espigas…. Las gatas estarán cada una en un extremo de la escena, aunque se moverán según requiera el caso.
GATA-1: Es normal que lo penséis; sí; los gatos no hablan. Pero a nosotros nos han hecho así de especiales.
GATA-2: Somos gatas de ficción, sólo existimos por y para la fantasía, dentro de las mentes de los que son capaces de entendernos. Como vosotros, claro. Algunas personas no nos oyen.
Salen a la escena dos campesinos. Llevan cada uno una azada al hombro. Se dirigen hasta el grupo de espigas, tendidas en el suelo. Al llegar cultivan pantomímicamente la tierra.
GATA-1: No, ellos no nos oyen. Pero vosotros sí. Y aprovechando esto vamos a contaros una historia.
GATA-2: Una historia que tiene que ver con estos campesinos que vemos aquí.
GATA-1: Una historia que empezó el día que nuestros amos vieron crecidas y fuertes las jóvenes espigas que habían plantado con ilusión y esfuerzo.
Salen los campesinos. Las espigas se mueven y crecen de forma lenta, se balancean como por el viento.
ESPIGA-1: ¡Amigas! ¡Qué bien os veis! ¡Qué altura y salud!
ESPIGA-2: ¡Pues tú tampoco te ves nada mal!
ESPIGA-3: Y que lo digas. Tienes el trigo más saludable que se puede ver.
ESPIGA-4: Yo no puedo crecer tanto, el agua no llegó lo suficiente a mi raiz.
ESPIGA-5: Pues no sé, amigos y amigas. Los campesinos trabajaron de Sol a Sol con todas las plantas, labraron muy bien la tierra y nos sembraron justo en el tiempo necesario.
ESPIGA-1: Hizo un tiempo de siembra ideal, tierra húmeda, fresquito y volvió a llover cuando nos sembraron.
ESPIGA-2: Enraizamos muy pronto.
ESPIGA-3: Es verdad. Además no pararon de quitarnos las malas hierbas que tanto nos afeaban e impedían que nos desarrolláramos bien.
ESPIGA-4: Tienes razón. A mí me arrancó unas horribles hierbas que me robaban los minerales que necesitaba para crecer.
ESPIGA-5: Yo también estoy muy contenta con ellos. Reconozcámoslo: nuestro trigal es pequeño pero hermoso. Mirar lo fuerte que me han puesto a mí, (muestra sus músculos) tengo unos granos de trigo enormes, está claro que han hecho un buen trabajo.
Continúan con sus movimientos. Las gatas que han estado al margen de la conversación, se sitúan en primer término. Quieren seguir charlando con el público.
GATA-1: Ya las habéis oído. Ellas también son como nosotras.
GATA-2: Por eso sois capaces de oírlas. Las espigas alfombran ya el campo, pero parece que algo falta…
CAMPESINO-1: ¡Estupendo! ¡Aquí está lo que tanto hemos soñado!
CAMPESINO-2: Un maravilloso trigal repleto de espigas.
CAMPESINO-1: Unas espigas que después serán el pan del mañana.
CAMPESINO-2: El pan del que hablaba mi padre, el mismo pan que tenía que ganar con el esfuerzo y el trabajo de todos los días.
Llegan hasta las espigas. Acarician algunas de ellas. Suenan trinos de pájaros.
CAMPESINO-1: Es hora de que alguien cuide continuamente de vosotras, podemos turnarnos. (Señala al campesino-2)
CAMPESINO-2: Creo que ese alguien debe ser un espantapájaros. En todos los campos donde crece el grano hay uno.
CAMPESINO-1: ¡De acuerdo! Construiremos el mejor, en casa hay ropas, palos, paja… y todo lo que haga falta.
CAMPESINO-2: (Dirigiéndose a las espigas) Él os defenderá de los que quieran haceros daño.
Las espigas muestran alegría, los campesinos salen.
GATA-1: Vamos a ver lo que hacen los campesinos, os contamos ¿eh?
GATA-2: Ha hecho un fuerte armazón; le ponen ahora unas ropas usadas, un sombrero…
GATA-1: ¡Es curioso!…rompe una botella de zumo y… le coloca unos ojos de cristal.
GATA-2: Es muy bonito. Parece humano. También esto lo hacen bien nuestros amos.
GATA-1: Traen a cuestas al espantapájaros.
GATA-2: Atención. ¡Ya llegan!
Entran los campesinos con el espantapájaros. Lo colocan en el centro, el espantapájaros sonríe consciente de su responsabilidad. Los campesinos salen.
ESPIGA-1: ¡Hola! ¿Cómo te llamas?
ESPANTA: No sé, creo que “Espantapájaros”. Eso me han llamado ellos.
ESPIGA-2: ¡Qué nombre más largo!
ESPIGA-3: ¡ Y qué feo!
ESPANTA: Me podéis llamar “Espanta”. Es más corto.
ESPIGA-4: Te llamaremos como quieras, aunque sigue siendo un nombre feísimo.
ESPIGA-5: Quizá tu nombre no pegue nada con un campo tan lindo como este.
ESPIGA-1: Amigas: no es cuestión de nombres bonitos. Él está aquí para ayudarnos.
ESPANTA: Gracias. Eso es lo que voy a hacer. Los campesinos confían en mí.
ESPIGA-3: Pues no sé, pero yo lo veo enclenque, muy delgado.
ESPIGA-4: Debes de saber que no somos espigas vulgares. Creo que está a la vista el porqué.
ESPANTA: Claro que sí. Todos y todas lo sois. Esto me hará sentir más fuerte aún.
ESPIGA-5: Sí, pero tus brazos son muy delgados y no sabemos si te podrás enfrentar a cualquier peligro que podamos tener.
ESPANTA: Es verdad que mis brazos son delgados, pero no le temo a nada. Tenéis que creerme, cuando llegue la ocasión, los moveré con todas mis fuerzas, para que ningún mal os perjudique.
TODAS LAS ESPIGAS: ¡¡Gracias, amigo Espanta!!
El espantapájaros ríe de nuevo, satisfecho. Las espigas se mueven dulcemente.
GATA-1: Las espigas ya tienen un amigo. Él seguro que las defenderá con todo su coraje.
GATA-2: Sí, porque según mis cálculos y por lo que veo, (mira como a lo lejos) pronto llegarán los primeros problemas.
Se esconden las dos gatas tras un árbol y observan desde allí. Música divertida que da entrada a una banda de cuervos. Al terminar su baile los cuervos descubren el campo de trigo.
CUERVIJEFE: ¡Mirad, muchachos! ¿Veis lo que yo? ¡¡Comida!!
CUERVIGORDO: ¡Sí! Un buen campo de ricas espigas. Nuestro viaje no ha sido en vano. ¡Daremos un gran golpe! Tengo ganas de recobrar las proteínas que gastamos en nuestros viajes y bailes.
CUERVILISTO: No os aloquéis y estar atentos. Los dueños de este magnífico campo no deben estar muy lejos, ¡Seguro que lo tienen vigilado!
CUERVIJUGUETÓN: ¡Comer, comer, comer, y jugar, jugar, jugar…que ya llegará el tiempo de trabajar!
CUERVIPRECAVIDO: Sí, pero no lo digas tan alto, debemos comer estando atentos de no caer en problemas de los que nos tengamos que arrepentir.
CUERVIJEFE: ¡Callad y escuchad!
CUERVIGORDO: ¡Mira jefe! ¡Vienen los campesinos! ¡Acechemos desde el árbol!
Los campesinos vuelven y hacen como que escaldan y cavan la tierra. Salen las gatas.
GATA-1: ¿Véis? Eso es lo malo de ser unas gatas de ficción. Ahora, aunque quisiéramos, no podríamos avisar a nuestros amigos campesinos del peligro que les viene encima.
GATA-2: No le podemos avisar ni por gestos, nunca los entenderían. Nos verían tan raras que seguro perderíamos nuestra ración de raspas y cabezas de sardina. Suerte tienen que está el amigo Espanta, que si no…
CAMPESINO-1: ¡Vaya! El verano quiere colarse pronto este año. Estoy sudoroso esta tarde.
CAMPESINO-2: Vamos para esos árboles, tienen una sombra muy fresca. El trigo crece firme y está bien vigilado. Descansemos un poco.
Se sitúan bajo un árbol y descansan.
CUERVIGORDO: ¡Qué bien! ¡Qué bien! ¡Qué bien! ¡Qué bien! ¡Ya se durmieron! Empecemos a comer, mis jugos gástricos están deseosos de recibir en mi estómago estos ricos granos de trigo.
CUERVIJEFE: Yo primero.
CUERVILISTO: Déjame que vea si no están contaminadas por los tratamientos para las plagas.
CUERVIJUGUETÓN: Vamos a jugar. Nos ponemos en círculo, cogemos cada uno una espiga, la tiramos al pico del que tenemos al lado, gana el que menos granos se le caigan al suelo.
CUERVIPRECAVIDO: Pero, ¡animal con plumas! Así los despertaríamos.
CUERVIGORDO: ¿Qué jefe? ¿Vamos a comer de una vez?
CUERVIJEFE: Sí, pero , recordad: no hagáis ruido.
Se acercan de puntillas. La espiga más joven es la primera que se agita al ver el peligro, luego las demás.
ESPIGA-4: ¡Espanta, mira! ¡Son cuervos! ¡Ayúdanos!
ESPIGA-5: ¿Cuervos? ¡Con lo mal que sienta al crecimiento la subida de tensión! ¡Socorro, Espanta!
ESPANTA: ¡No os preocupéis! ¡No podrán conmigo!
ESPIGA-1: ¡Ay, Ojalá!
Los cuervos se dirigen todos a la espiga-1 por ser la más alta. Cuervijefe los detiene mientras ellos polemizan.
CUERVIGORDO: Para mi… Ésta es para mí… ¡Soy el que tiene más hambre!
CUERVILISTO: ¡Déjadme que vea si está el trigo saludable!
CUERVIJUGUETÓN: Yo la vi primero.
CUERVIPRECAVIDO: ¡Cuidado con el espantapájaros!
Los brazos del espantapájaros se moverán rápidos, los cuervos caen al suelo, se levantan, lo intentan de nuevo, vuelven a caer. Las gatas se acercan a los campesinos y maúllan fuertemente. Por fin despiertan.
CAMPESINO-1: ¿Eh? ¿Cómo no nos hemos dado cuenta?
CAMPESINO-2: ¡Qué rendidos estábamos?
LOS DOS CAMPESINOS: ¡Fuera! ¡fuera de aquí, pájaros de mal agüero!
Los cuervos salen de la escena perseguidos por los campesinos.
GATA-2: Vaya, menos mal que despertaron.
GATA-1: Trabajan mucho y es lógico que tengan el sueño tan profundo. Vuelven los campesinos.
CAMPESINO-2: Veamos; parece que todo está en orden: el espantapájaros en su sitio, las espigas siguen firmes y las gatas…
CAMPESINO-1: Las gatas también correctas. Sigamos trabajando hasta que el sol se vaya. Pronto tendremos trigo, harina y pan de esta cosecha.
Siguen trabajando.
GATA-2: (Que se arregla las uñas al borde del escenario) ¡Ah! Perdonad. Me había olvidado de dónde estaba. Las gatas de ficción también cuidamos la imagen y preparamos nuestras defensas… No sea que encuentre algún ratón de ficción y…
GATA-1: Bueno, la historia, sí… veréis: al día siguiente el sol también quiso ser protagonista…
ESPIGA-1: ¡Qué calor! ¿No te asfixias con esa ropa?
ESPANTA: Un poco sí… Pero estoy contento con ella. Sus colores son bonitos, me gustan.
ESPIGA-2: A mi me parece bien.
ESPIGA-3: Pues yo exigiría un uniformen de verano para hacer el trabajo que tu haces.
ESPIGA-4: Yo sigo pensando que rompes un poco la belleza natural que posee todo esto.
ESPIGA-5: ¡Oye! No sé cómo puedes ser tan desagradecida, con lo que Espanta ha hecho por nosotros y nosotras.
ESPIGA-4: Es cierto… querido amigo, nunca podremos agradecerte lo que hiciste.
ESPANTA: Soy yo quien os da las gracias. Existo por ustedes. Soy feliz viendo cómo crecéis.
Se miran alegres.
GATA-2: Ya lo veis, así están las cosas. ¿Los campesinos? En casa, almorzando algo. Seguro que ya está a punto de volver. El trabajo ha sido duro como ayer.
GATA-1: Ahí vienen. Ahora se pondrán a hacer lo que son sus vidas: escardar, regar, cavar, escardar otra vez…
CAMPESINO-2: Vamos a descansar otro poco, vayamos a la sombra de nuevo.
CAMPESINO-1: Sí, tenemos el trabajo muy adelantado, además traigo la escopeta, ningún pájaro se atreverá a picar nuestro trigo.
CAMPESINO-2: Y si lo hace, que se atenga a las consecuencias.
Se duermen los dos.
GATA-2: Es verdad. Hoy hace un sol de justicia. Tanto que también me apetece echar una siestecita.
GATA-1: Total, que os vais a quedar solos. El espantapájaros cuidará de vosotros y vosotras si hace falta. ¡Hasta muy pronto!
De nuevo la música que anuncia la llegada de los cuervos. Aparecen.
CUERVIJEFE: Ya sabéis, cada uno por su lado.
CUERVIGORDO: Ese espantapájaros no podrá contra todos. Él está clavado en el suelo y nosotros, en cambio, podemos movernos. Empecemos, ¡Yo no puedo aguantar más sin comer!
CUERVILISTO: No hagáis ruido, ni siquiera para quejaros. ¡Vamos!
Las espigas comienzan a moverse agitadamente, el espanta pájaros trata de expulsar a los cuervos. Ahora no puede defender todas las posiciones.
CUERVIJUGUETÓN: Podéis bailar y bailar, que en mi estómago vais a descansar.
La lucha es intensa. De repente, el espantapájaros deja de mover sus brazos. Realiza un tremendo esfuerzo.
CUERVIPRECAVIDO: ¡Cuidado!, a ver si nos alcanza y se nos cae encima.
ESPIGA-1: ¡Espanta! ¡Haz algo, por favor!
ESPANTA: ¡Lo intento! ¡lo intento con todas mis fuerzas! ¡Creedme!
ESPIGA-2: ¡Ayúdanos! ¡No nos dejes!
ESPIGA-3: ¿Qué haces? ¿Por qué no mueves tus brazos?
ESPANTA: Tengo que avisar a los campesinos. Sólo ellos pueden ayudarnos.
ESPIGA-4: Pero, ¿cómo lo harás?
ESPANTA: ¡Arrancándome del suelo! ¡Si cayera a su lado, alguno de los dos despertaría!
ESPIGA-5: ¡No seas loco! ¡Morirías!
ESPANTA: ¡Debo intentarlo! ¡Sois mis amigos y amigas! ¡Lo único que tengo! ¡Y estáis en peligro!
Cae y toca a los campesinos, despiertan sobresaltados.
CAMPESINO-1: ¡Eh! ¿Pero…?
CAMPESINO-2: ¡Ahora veréis! ¡Toma! (dispara y se tocan el trasero graznando de dolor, huyen)
CAMPESINO-2: Las espigas están bien y las gatas están a salvo.
CAMPESINO-1: Mirando al espantapájaros. ¡Espantapájaros tonto! ¡No sirves para nada!
CAMPESINO-2: No pudiste evitar que se acercaran unos estúpidos cuervos.
CAMPESINO-1: Y el viento te ha tumbado. No te necesitamos. Nosotros cuidaremos del trigo.
Los campesinos vuelven a su trabajo, música.
GATA-1: Los campesinos se pusieron a trabajar sin pausa ni descanso.
GATA-2: Las espigas, mientras tanto, se miraban desconsoladas. No comprendían bien porqué los campesinos no habían entendido la acción de aquel espantapájaros que había dado la vida por ellas.
ESPIGA-1: Ya no es mi deseo crecer.
ESPIGA-2: Quiero envejecer y morir.
ESPIGA-4: Yo también quiero morir como tú, Espanta…
ESPIGA-5: Yo también lo deseo. Te hemos entendido muy tarde; ¡pero no queremos fallarte más!
GATA-1: Y empezaron a inclinar la cabeza y la vida.
GATA-2: Salen los campesinos y trabajan, música. Se sorprenden. Nuestros amos no comprenden lo que ocurre. Sólo notan que las espigas se quedan rastreras y vencidas.
CAMPESINO-2: ¿Por qué? ¿No trabajamos bien?
CAMPESINO-1: ¡Vámonos! La cosecha se ha perdido y no sabemos el porqué.
Los campesinos se van cabizbajos. Las espigas están caídas, tocando y acariciando al espantapájaros que yace en el suelo.
ESPIGA-5: Espanta, amigo: Yo nunca fui tan alta como para poder tocar tu cara, acariciar la paja de tu cabeza, ver de cerca tus ojos de cristal de botella de zumo… Aquí, en el suelo, estando próximo el momento en que nuestras raíces dejarán de alimentarnos para siempre, quiero decirte que tu esfuerzo unió a las espigas de este campo, nos hizo una sola y ahora volvemos, todas juntas, a tu lado…
GATA-2: Y entonces sucedió algo extraordinario, porque el amor que aquella espiga estaba transmitiendo, hizo que Espanta se alzase lentamente…
GATA-1: Se incorporas e hincase profundamente en la tierra.
GATA-2: Cuando vieron a su amigo clavado en su sitio, recobraron fuerzas y la fe.
Todas las espigas se incorporan. Música…y la noche.
GATA-1: A la mañana siguiente, (Salen los campesinos) cuando despertaron los campesinos. Tenían que frotarse los ojos para creer lo que veían. (Se abrazan emocionados al espantapájaros)
GATA-2: Finaliza esta historia con dos cosas extraordinarias: una un abrazo fuerte a un ser de paja y …
GATA-1: Otra, una lágrima, limpia y clara, salida del cristal de una botella de zumo.